La compra de vehículos es una de las acciones comerciales que se sigue realizando prácticamente en el 100% de los casos de forma presencial. Sin embargo, esto no impide que la reputación online le influya, más bien al contrario.
La mayoría de compradores se decide finalmente por el modelo de coche que compran cuando pueden verlo en el concesionario y a veces solo cuando pueden disfrutar de una prueba de conducción. Sin embargo, la gran cantidad de marcas existente condiciona con antelación la decisión del usuario, ya que realizan una primera búsqueda en Internet.
El análisis del coche buscado antes de analizar la reputación online
Lo primero que hace un usuario normalmente es consultar la web de las marcas fabricantes de automóviles, para descubrir los modelos que encajan con sus preferencias (familiares, movolúmenes, compactos, SUV, deportivos).
En este apartado la información es primordial. No solo hay que atraer la atención del potencial cliente, sino también ofrecerle todos los datos relativos al exterior e interior del vehículo, el equipamiento adicional y las opciones de personalización disponibles.
Las webs de concesionarios se han dado cuenta de que toda esta información es imprescindible, para que el usuario esté decidido o, como mínimo, interesado en un modelo concreto de coche.
La reputación online antes de ir al concesionario
Sin embargo, tras la búsqueda oficial y la identificación de un modelo concreto de vehículo, es el momento de la reputación online.
Los usuarios realizan búsquedas en relación al rendimiento del vehículo, el trato al cliente y servicio comercial de un concesionario en particular, probablemente del que tenga más cercano a su ubicación, así como también de alternativas al modelo de coche seleccionado.
Todos estos elementos giran en torno a la reputación online de un coche, lo que motiva a los responsables de las marcas a vigilar cada una de las situaciones por cada modelo existente.
La desinformación, los casos puntuales y situaciones excepcionales, pueden motivar resultados en Internet que afecten directamente a la reputación online de un vehículo, condicionando al final sus ventas y pudiendo, tanto encumbrar el modelo hacia el éxito en el sector, como hundirlo y provocar un cese de fabricación antes de lo esperado.
¿Quién debe hacerse cargo de esta reputación online?
La reputación online en el sector del automóvil no es responsabilidad de una única persona, ni siquiera de una única compañía. Entra en juego todo el marketing online relativo a la marca en general, la fábrica física o la cadena de fabricación, así como por descontado los responsables de cada concesionario existente.
Una estrategia en conjunto puede ser la mejor opción para salvaguardar una reputación online basada en la veracidad de la información y que mantenga las expectativas al máximo, sobre cualquier modelo que la casa fabricante tenga en comercialización.