Desde la semana pasada Facebook ha instaurado un nuevo sistema de reacciones que multiplica por 6 las posibilidades que un usuario tiene de actuar sobre una publicación. Este sistema que todavía está en pruebas, no tardará en extenderse por todo el mundo, ya que ha tenido muy buena acogida allá por donde ha aparecido.
Las reacciones que a partir de ahora Facebook permite en las publicaciones tanto de usuarios como de páginas, son las siguientes:
- Me gusta (símbolo tradicional de una mano y su pulgar hacia arriba)
- Me encanta (símbolo de un corazón blanco sobre fondo rojizo)
- Me divierte (símbolo de cara riendo)
- Me asombra (símbolo de cara con la boca abierta de asombro)
- Me entristece (símbolo de cara con una lágrima de triste)
- Me enfada (símbolo de una cara roja de enfado)
Estas nuevas reacciones permitidas por Facebook dan mucho juego en todas las publicaciones que se realicen desde un perfil profesional, sin embargo no están carentes de riesgo, sobre todo en lo que a reputación online se refiere. Llega la gran duda de qué debemos hacer cuando nuestras publicaciones se llenen de “me enfada” cada vez que los usuarios reciben la notificación de nuevo contenido. Es algo que ya se está viendo con grandes páginas de empresas multinacionales que siempre tienen usuarios y clientes descontentos.
Lo primero de todo es la aceptación de estos emoticonos, es lógico que incluso en noticias positivas el emoticono de enfado esté presente, ya que muchos usuarios lo aprovechan para hacer una crítica constante de la empresa.
Por otro lado está la necesidad de tranquilizarse. Un emoticono de enfado no siempre refleja claramente el interés de un usuario descontento, de hecho es una de las ventajas de que Mark Zuckerberg haya rechazado no crear el botón de “no me gusta”. Por tanto, los emoticonos de enfado no siempre suponen una clara imagen negativa de la página, sino que también pueden esconder ironía, humor negro o puro sinsentido.
En todo caso, siempre hay que prestar atención a estas nuevas reacciones y, en caso de ser constantes, reaccionar respecto a ello. Probablemente un usuario enfadado prefiera explicar más detalladamente por qué le enfada cierto contenido, por lo que es muy probable que los mensajes sean ahora más frecuentes. Atender a estas críticas y solucionar aquellas que sean lógicas y que estén dentro de lo posible, son pasos necesarios para combatir un posible problema de reputación.