Estos días se ha desatado una nueva polémica en relación al uso de las redes sociales por parte de un piloto de Fórmula 1. Esta vez ha sido el vigente campeón del mundo Lewis Hamilton, piloto de Mercedes, a quien se le acusa de bloquear desde la red social de Twitter a algunos periodistas.
La situación que ha estallado como crisis de reputación online, comenzó previamente al mundial de Japón y también en relación a otra red social, esta vez Snapchat.
El deportista en plena rueda de prensa aprovechó su perfil de Snapchat para colgar publicaciones con filtros e indicaciones de que “se estaba aburriendo”, mientras otros pilotos del resto de escuderías contestaban a la prensa.
Para quien no lo sepa, las ruedas de prensa en Fórmula 1 se realizan a puerta cerrada previamente a las jornadas de clasificación y carrera, en tandas de entre 9 y 12 pilotos cada vez normalmente. Por tanto, es frecuente que los deportistas deban esperar a que sean preguntados en relación a alguna parte de la carrera o su situación deportiva, mientras el resto de pilotos responde.
La situación fue criticada por la prensa en Twitter y el perfil de Lewis Hamilton respondió con la funcionalidad de bloqueo de estos usuarios, algo que obviamente trajo cola en Internet, acusando al deportista de poca profesionalidad y aprovechamiento de la situación para distanciar su relación con la prensa.
En la siguiente jornada del campeonato, celebrada en Austin (Texas), el piloto británico explicó de nuevo en una rueda de prensa que el bloqueo fue realizado por responsables que le llevan sus redes sociales.
Errores de Lewis Hamilton en este caso de reputación online
Analizamos a continuación los errores realizados por el piloto y su equipo profesional en gestión de redes sociales ante esta situación:
- El uso de redes sociales (sobre todo en su trayectoria) es personal, por lo que debió evitar utilizar el teléfono móvil en rueda de prensa.
- El bloqueo se debe realizar en redes sociales a perfiles que generan una molestia para otros usuarios o que caen en delito de injuria, calumnia y similar.
- Las críticas, sin embargo, deben ser analizadas o rebatidas. Por tanto, el trabajo en Twitter debió ser entrar en un suave debate o, en caso de imposibilidad, centrar la atención en otros temas, pero nunca el bloqueo.
- La confirmación de que otros responsables llevan las redes sociales es lógica, pero no la desvinculación de las decisiones que se toman en ellas. Hamilton debió aceptar la responsabilidad y pedir disculpas y responsabilidades correspondientes.
La situación en Fórmula 1 es diferente a otros deportes. Los pilotos tienen responsabilidades mínimas con la prensa por contrato, con penalizaciones de todo tipo en caso de incumplirlas. Esto motivó un hecho insólito, que fuera la propia FIA (Federation Internationale de l’Automobile) la que interviniera, bien directamente o bien desde la escudería Mercedes, con un ajuste de actitud con el piloto, quien en Texas demostró una actitud muy diferente ante los responsables de comunicación.