Las redes sociales forman ya parte ineludible de las estrategias de marketing online de las empresas.
Parece que los responsables de las compañías coinciden en la importancia que tienen estas plataformas. De hecho, muchos ven con recelo que la competencia las aproveche tan bien. No quieren quedarse atrás en esta carrera digital. Pero a la hora de la verdad, temen formar parte del entramado de social media, sobre todo por cuestiones ligadas a la reputación online.
Te contamos en este artículo cuáles son esas preocupaciones principales que tienen en vilo a muchos empresarios y que les impide aprovechar de verdad el potencial de las redes sociales.
Los comentarios no son controlables
Se teme que la reputación online quede dañada por los comentarios de los usuarios. Hay que diferenciar aquí dos elementos diferentes.
Por un lado están los comentarios y el resto de interacciones a contenido que publiquemos en cada plataforma. Esto sí es controlable o, como mínimo, gestionable. De hecho, la reputación online depende sobre todo de cómo los profesionales gestionen estos comentarios.
Por otro lado están las reseñas o valoraciones de empresa. Es cierto que no son controlables, pero sí dependen de nosotros. Si la empresa ofrece productos de calidad y un buen servicio al cliente, la mayoría de estas opiniones será positiva, con lo que no solo no tendremos que temer ningún perjuicio, sino que además conseguiremos reforzar nuestra reputación en Internet.
Se necesitan muchos recursos
El desconocimiento de las redes sociales y de los mecanismos de control, generan desconfianza en los empresarios, que temen que se requieran muchos recursos para gestionar la reputación online.
En la práctica sí hace falta la intervención de profesionales y herramientas digitales, pero a diferencia de otras estrategias promocionales, como campañas en medios, lo cierto es que los recursos utilizados siempre son modestos. Todo depende más del talento de los profesionales.
No se obtiene rentabilidad
El mayor temor de la inversión en redes sociales por parte de estos empresarios es que, además de amenazar su reputación online, es difícil obtener rentabilidad.
Esto se debe a que la rentabilidad no solo es cuantificable en términos de ventas, sino también en construcción de comunidad.
Conseguimos una comunidad de usuarios afín a los intereses de la empresa. Esto va a generar más ventas, pero sobre todo servirá de escudo en caso de una crisis de reputación online. Por tanto, es una inversión para un futuro menos problemático, sin necesidad de obtener una rentabilidad inmediata.