La gestión de la reputación online es uno de los puntos clave en toda estrategia de marketing que se precie.
Nadie quiere sufrir una crisis en este sentido, sin embargo, la mala reputación online puede aparecer en cualquier momento y es importante saber las consecuencias potenciales que puede acarrear.
En este artículo repasamos las 5 consecuencias que puedes sufrir por una mala reputación online y qué nivel de gravedad implican.
Caída de las ventas
La consecuencia más grave de una mala reputación online es que afecte directamente y en negativo a las ventas de productos y servicios de nuestra empresa.
La mala reputación motiva a los clientes, potenciales y existentes, a optar por alternativas de compras, en lugar de elegir una compañía marcada por las críticas.
Pérdida de credibilidad
Una consecuencia muy peligrosa de la mala reputación es la pérdida de credibilidad. En algunos entornos, como el perfil de un influencer o en un medio de comunicación, podría suponer el cierre del negocio.
En otros casos es menos grave. La pérdida de credibilidad en servicios de telecomunicaciones, por ejemplo, es algo frecuente con muchas promociones y no les afecta casi nunca a nivel de rentabilidad.
Mala imagen por asociación
Una situación delicada es la que se plantea cuando se adquiere una mala imagen por asociación a determinadas marcas o personas, que han sido objeto de polémica reciente.
Cualquier campaña vinculada a esta asociación está avocada al fracaso. Sin embargo, también es muy fácil de resolver con tan solo romper dicha asociación. Al hacerlo, se consigue casi con total seguridad, la recuperación de la confianza por parte de los usuarios.
Pérdida de competitividad
Una mala reputación online puede afectar incluso a la plantilla de profesionales, que pueden buscar un trabajo en otra compañía, igual que potenciales profesionales pueden rechazar trabajar con la empresa, precisamente por este motivo.
A largo plazo, esto supondría una pérdida de competitividad importante, que muchas empresas han sufrido y que tiene como consecuencia principal, no poder adaptarse a la evolución de la industria, así como tampoco satisfacer la demanda de los clientes al no disponer de productos o servicios actualizados.
Ausencia de anunciantes
Para muchas empresas, el negocio en Internet se basa en anunciantes. Desde cadenas de televisión hasta redes sociales o incluso blogs temáticos. Sin publicidad, muchos de estos sitios no pueden subsistir.
Hemos visto con bastante frecuencia cómo una mala reputación era seguida de una pérdida de anunciantes en cascada, que ponían en jaque la viabilidad de la empresa en poco tiempo.