En la mayoría de ocasiones, cuando hablamos de reputación online, nos solemos centrar en la gestión de redes sociales de la empresa. Pero, como vemos día a día en nuestro blog, la reputación online va mucho más allá que la gestión de redes sociales. De hecho, en cualquier lugar donde la empresa esté representada en la red podemos poner en riesgo la reputación online de una compañía.
Un ejemplo de que no sólo las redes sociales afectan a la reputación online de una compañía es el caso de una web que no se adapta a lo que el cliente busca. Webs antiguas, que no se adapten a los dispositivos móviles, que tengan tiempos de cargas eternos o que no nos permitan encontrar la información que queramos, pueden ocasionar una importante crisis de reputación online.
Si un cliente llega y se encuentra alguno de los problemas antes mencionados en el sitio web de la empresa, puede ir a su blog, publicar capturas de pantalla de los problemas de la web y un texto explicando lo sucedido. También puede ir a la red social que suele utilizar habitualmente y publicar su malestar acerca de los servicios que ofrece esta empresa a través de su página web. Esto se va compartiendo, se va moviendo y finalmente tenemos una crisis importante por culpa de nuestro sitio web.
De ahí que sea fundamental ofrecer a los clientes lo que quieren en tu web. Hay empresas que prefiere ahorrar el dinero que vale un diseño actual de su web y cuentan con una web de hace más de 6-7 años que pone en riesgo su reputación. Esto es un grave error, por eso en ocasiones se recomienda contar con una agencia de diseño web y empezar a trabajar desde ya para poder ofrecer a los clientes un portal con todo lo que necesitan, que se adapte a los distintos dispositivos y que muestre la idea que la empresa tiene como empresa. Pues otro error que cometen las empresas es que dejan su web en manos de cualquiera, desde el sobrino del jefe hasta cualquier empleado con algún curso en Front Page. Es verdad que esto cada vez se hace menos, pero nos puede traer grandes problemas.