No, no ha sido un hacker el que ha entrado en tu cuenta de Twitter y ha realizado un tweet desafortunado que te está costando una crisis de reputación online. Se trata de un comentario que no deberías haber hecho y que en ocasión de afrontarlo, reconocer tu error y pedir disculpas, te pones el escudo y la coraza e intentas a toda costa reconocer tu error. ¿Os suena esta escena? Por desgracia se repita más de lo habitual a la hora de gestionar grandes cuentas en redes sociales, mayoritariamente Twitter. Al igual que en la vida real, en ocasiones es difícil reconocer que una persona se ha equivocado pero esto lejos de ser efectivo o desviar la atención lo que único que puede provocar es un efecto todavía mayor.
Un claro ejemplo sucedió con la cuenta del propio Partido Socialista en Twitter en la que emitió un tweet (ya borrado) que decía así:
«Con una candidata podemos ir a peor. Y con el otro no vamos a ninguna parte. ¿Qué ha pasado con la cantera?»
Con este mensaje estaba más que claro que hasta dentro del propio partido se cuestionaba el liderazgo de Rubalcaba o la posibilidad de una candidata con opciones. Es obvio que el community manager acabó publicando un comentario que no debía ser público y que seguramente iba mediante mensaje privado a algún otro usuario. Sin embargo, herramientas como Hootsuite o Tweetdeck que te permiten gestionar varias redes sociales y enviar mensajes privados mediante comandos pueden tener este peligro ya que desde una misma plataforma gestionas distintas funciones y perfiles.
El PSOE, lejos de reconocer el error, aseguró que fue un hacker que accedió a la cuenta, un recurso que ya hemos visto en otras ocasiones por alguien que mete la pata en Twitter. Esto lógicamente sólo hizo avivar la polémica convirtiéndose en trending topic con el hashtag #excusasPSOE. En definitiva, en redes sociales es preferible reconocer los errores y dar la cara que intentar ocultar la verdad.