El caso de Guardiola y su contrato rescindido por unos tweets contrarios a la entidad del Barcelona FC sigue dando que hablar. Parece haberse quedado bastante claro el hecho de que la reputación online de cuidarse y protegerse al máximo en base a aquello que se publica, pero la preocupación por los contenidos ya publicados es para muchos algo de especial preocupación.
No sabemos dónde vamos a estar el año que viene o, peor todavía, no lo sabíamos hace 3 años cuando comenzamos en Twitter, por ejemplo. Aquellos iniciales tweets, como los correspondientes a una mala época de nuestra vida, se quedan en nuestro timeline para siempre y, sin una correcta configuración de privacidad de nuestro perfil, están expuestos a los millones de usuarios que utilizan esta red social.
Para algunos perfiles, revisar el historial propio puede ser un trabajo tedioso. Programas como TwimeMachine permiten recuperar de un solo vistazo todos los tweets enviados desde el momento en que comenzamos a participar en Twitter. Mediante un enlace al tweet puede accederse y utilizar las opciones de eliminar en caso de que se desee hacer desaparecer esa información.
No obstante, hay que tener en cuenta que otros sistemas online como Google pueden tener indexados el contenido durante cierto tiempo, tanto de forma pública directamente como a través de su caché. Nosotros no podemos controlar lo que Google desindexa de nuestro perfil, dado que a diferencia de una web propia, este tema es gestionado directamente por Twitter.
Si la monitorización o un cambio de estilo del perfil, sobre todo a nivel profesional, sugiere que los contenidos no son recomendables para una reputación online saludable, lo mejor es proteger o incluso eliminar el perfil.
En el caso de eliminarlo, hay que tener en cuenta que si bien Twitter no permite ya la recuperación de tweets borrados para evitar precisamente situaciones de este tipo, sí se mantienen las interacciones que otros usuarios realicen hacia nuestro perfil, aunque no suele ser un inconveniente muy importante.
La otra opción es la de protección de tweets, algo que está presente en la configuración de privacidad de la red social y que permite mostrar nuestro contenido publicado únicamente a los contactos seleccionados. Lamentablemente esta opción difiere de las posibilidades de Facebook, que permite visualizar parte de nuestro contenido de forma separada. Por esa razón, en Twitter un perfil protegido transmite que se oculta algo o que el perfil es demasiado personal y, por tanto, no es interesante a nivel profesional, algo que puede ser también perjudicial en caso de búsqueda de empleo, además de totalmente ineficaz a nivel promocional.