Un «influencer» es un usuario de Internet que posee mucha influencia con respecto al resto de la comunidad, ya sea de forma general en la Red como concretamente en alguna de las redes sociales. Los youtubers influencers, por ejemplo, son capaces de difundir un mensaje a millones de usuarios de forma automática. Los twitteros influencers son capaces de generar o destruir trending topics, etc.
Un usuario con este perfil siempre parece una buena baza a la hora de hablar de nuestra empresa o nuestros servicios. De hecho, muchos de ellos se dedican profesionalmente a ello, por la capacidad de generar campañas virales, además de los beneficios por publicidad que consiguen obtener.
Sin embargo, un influencer es un arma de doble filo. Si se le ofrece un producto a probar o un servicio de distinta clase como un alojamiento en nuestro hotel o unas horas de prueba con algún producto de nuestro ecommerce, estaremos expuestos a una posible crítica suya y, por tanto, una necesidad incipiente de mejorar a partir de entonces nuestra reputación online.
La mejor forma de colaborar es hacerlo conjuntamente. Cuando este perfil de usuario habla bien de nosotros, no hay problema alguno, pero cuando necesita exponer alguna crítica, es mejor si lo hace de forma constructiva y podemos ayudar a subsanar la situación.
De esta forma, si un influencer no ha tenido un descanso agradable en el régimen de alojamiento ofrecido, podemos actuar en relación a ese problema, extender la solución al resto de habitaciones y volverle a invitar para que pueda comprobar de primera mano, que hemos hecho caso a sus críticas y hemos mejorado el servicio y la oferta para solventar el problema.
El efecto de esta acción será posiblemente mayor que el de la crítica original y nuestra percepción y reputación online crecerá de forma incomparable.
Del mismo modo, también nosotros podemos ayudar a estos usuarios. Es posible crear una campaña promocional y aprovechar su perfil digital para convertirlo en viral. Al mismo tiempo, nuestra aportación es difundirlo, tanto por redes sociales como mediante nuestra web profesional, porque ellos puede que tengan influencia en una red social pero posiblemente no en todas y, en la mayoría de los casos, no tienen una web propia ni mucho menos una marca que avale su trabajo digital como sí podemos motivar desde nuestras capacidades.
Los influencers son un apoyo digital sin precedentes, una nueva forma de darnos a conocer (a nosotros y a nuestra empresa) de forma digital como nunca antes se había hecho. Pero también es necesario diferenciarlos de una campaña de publicidad, es decir que pueden generar críticas, lo importante es aprovecharlas para mejorar y seguir creciendo.