De forma general podemos diferenciar entre 3 tipos de reputación online. A continuación os explicamos en qué consiste cada una de ellas y cuáles son sus principales características particulares.
Reputación online de empresa
Es la reputación online más común, aquella de que de una manera global afecta al nombre de una compañía. La evolución actual del sector ha motivado que muchas empresas aprendan de la experiencia propia o ajena, de manera que han aplicado medidas de prevención para evitar una crisis de reputación online en esta tipología.
En todo caso, también es el ámbito más proclive a recibir una crítica o comentario negativo, de manera proporcional con respecto al tamaño que la propia empresa disponga, es decir, cuanto mayor sea con más probabilidad.
Reputación online de producto
Es la reputación online que puede ocasionar en la mayor parte de los casos una crisis más directa sobre la contabilidad de una empresa, dado que suele afectar a la comercialización de un producto.
Con estrategias con las que se refuerce las propiedades beneficiosas de dicho producto, para el mercado al que esté dirigido, es posible frenar casi todas las posibles crisis.
Además, en caso de surgir un problema, la acción rápida aquí es muy efectiva, con el fin de minimizar los daños y conseguir demostrar la fiabilidad y recomendación de su uso o consumo.
Reputación online de profesional
Es la reputación online más compleja de todas, debido a la existencia de entornos digitales en los que el carácter social tiene una gran importancia. Además, también son los casos más difíciles de revertir.
La prevención en este tipo de casos de reputación online supone una gran ventaja a la hora de afrontarlos con éxito. Sin embargo, en la mayoría de situaciones se ataja cuando asoma una crisis de reputación online, ya que todavía no hay una cultura tan extendida de mantenerla lo más optimizada posible.
Además, las estrategias de reputación online dirigidas a profesionales tienen un carácter a largo plazo. Aunque es importante la reacción rápida ante cualquier problema, en pocos casos se puede conseguir un resultado inmediato en Internet para estos casos y, mucho menos, que sea 100% efectivo ante la situación.
Una estrategia global, la mejor cobertura
Lo más recomendable en cuanto a reputación online es realizar una acción global, que afecte tanto a los profesionales de una empresa como a la compañía en la que trabajan, así como también a cada producto que se ponga en comercialización.
Gracias a una estrategia de prevención, será más difícil que surja una crisis y, de hacerlo, tendremos más posibilidades de atajarla en el menor tiempo posible.