Las redes sociales son uno de los principales puntos de origen de una crisis de reputación online. Su potencial para viralizar cualquier contenido, convierte a estos entornos online en una herramienta de doble filo, que hace preguntarse a los responsables de la empresa (o de su publicidad) si es recomendable formar parte de ellas.
Por qué no sirve de nada no participar
La respuesta clásica a este tipo de dilemas es negarse a participar en la red social. En la práctica, en realidad, esto no sirve de nada. El desarrollo de lo que se ha denominado “tendencias”, que es identificado en algunas redes sociales como “trending” o “treding topic”, da pie a que cualquier término sea compartido en masa. Y ese término puede ser el nombre de nuestra empresa.
Por tanto, es posible que los usuarios hablen de nuestra empresa bien o mal, en cualquier red social incluso aunque no tengamos presencia activa en ella. La diferencia es que sin esa presencia, no podremos defenderos no beneficiarnos de ello.
El peligro de participar en todas las redes sociales
Un análisis de la situación anterior hace pensar a muchos responsables de marketing que la presencia activa en todas las redes sociales es el camino a seguir. Realmente es una opción estratégica con muchas ventajas, pero acarrea el peligro de llamar la atención sobre usuarios críticos, que hasta ahora no se habrían centrado en la empresa por no haber participado en la red social.
Por tanto, si optamos por estar presentes en cualquier red social, aunque podemos construir una comunidad activa de seguidores, abriremos la puerta potencial de las críticas negativas y del nacimiento de una crisis de reputación online.
¿Cuál es la mejor estrategia en redes sociales?
En Internet prima el sentido común como mejor estrategia y, en lo que respecta a redes sociales, también. La empresa debe plantearse abrir perfiles en redes sociales de gran actividad de usuarios, pero sobre todo debe buscar aquellos entornos digitales en los que estén sus potenciales clientes, porque la probabilidad de rentabilidad será mucho mayor.
En las redes sociales en las que no se tenga claro poder crear una comunidad activa importante o que no incluya a usuarios de interés comercial, posiblemente sea mejor no contar con ellas, dado que las posibilidades de que se genere una crítica negativa en ellas es menor incluso sin estar presentes.