Al principio de la era de expansión de las páginas web el único problema que existía para la gestión de marca en la reputación online era el relacionado con el nombre del dominio y con sus extensiones (.com, .es, .net, etc.).
La problemática surgía por confusión de los usuarios al introducir la url en su navegador, así como también es lógico en los propios resultados de búsqueda. Pero se creó una medida al respecto y es la posibilidad de solicitar la autoría sobre la marca y, por extensión, de las páginas webs que utilicen un nombre o marca registrados con fines comerciales o, pero todavía, perjudiciales para la empresa.
Sin embargo, no siempre se conseguía solventar esta solución, sobre todo conr especto a determinadas extensiones de dominio, que se encontraban en una situación, cuanto menos, alegal. Por esa razón es tan importante la previsión en el registro de dominios como también la posterior gestión y denuncia de aquellos que puedan suponer un perjuicio a nuestros intereses profesionales.
En la actualidad Internet es mucho más amplia y la gestión de reputación online en relación a una marca o nombre concreto es más extenso. En primer lugar hay que tomar nota de las redes sociales y asegurarse de que el nombre no está siendo utilizado ni completa, ni parcial, ni complementariamente. En caso de ser así, las redes sociales han puesto en casi todos los casos una plataforma de denuncia. Al recibir una notificación revisan cada caso y pueden solicitar cierta información para comprobar la veracidad de la misma. En la mayoría de los casos, tras la denuncia el responsable de la reputación online puede decidir si absorber la comunidad creada en torno a una marca de la que se es propietario o eliminar los perfiles y páginas que han provocado la crisis de reputación online.
Otros casos más complejos son aquellos relacionados con apps y contenido descargable. Al estar cada vez más presente este tipo de contenido entre los factores de posicionamiento web, es muy probable que las plataformas como Play Store e iTunes pronto desarrollen un sistema sencillo de utilizar y eficaz, con el que denunciar usos indebidos de nuestra marca o nombre y con el que se benefician otros por nuestro trabajo o, de nuevo, generan una crisis de reputación online por la mala imagen que dan de la marca.