Al menos que hayas estado metido en una cueva las últimas 24 horas lo más probable es que ya te hayas enterado del escándalo montado con Casillas y su Instagram. Si no es así, resulta que el jugador subió a esta red social una foto de Sara Carbonero levantando en brazos a su hijo. Hasta aquí todo normal, una foto tierna que como es habitual, estaba recibiendo cientos de likes. Sin embargo, este momento idílico se vio estropeado por el comentario ofensivo de un usuario. El problema más allá del comentario, viene con la contestación del propio Iker Casillas que perdió los papeles y acabó insultando al usuario. Aquí está la captura que refleja el incidente:
Iker Casillas, una de las imágenes públicas y figuras deportivas más importantes de nuestro país insultando de forma grave a un usuario en redes sociales. Cualquier persona sin saber nada más sabe que se habría provocado un tsunami y una crisis de reputación brutal sin precedentes. Sin embargo, esto no ha sucedido y el motivo parece bastante obvio, todo el mundo ha entendido que la reacción de Casillas es la de un padre que ha perdido los papeles al faltar al respeto a su hijo. Gracias a ello, aunque no se comparta la contestación, digamos que la reacción es entendida por lo que el no estar de acuerdo con ella no ha implicado en este caso una grave crisis de reputación online.
Ahora bien, siendo objetivos y en nuestro trabajo de analizar la gestión de las redes sociales, Iker Casillas se equivoca realizando esta contestación. Se trata de una figura pública de gran magnitud con presencia en redes sociales, por lo que la existencia de trolls es un hecho. Está claro que el comentario es deleznable pero entrar al trapo con este tipo de usuarios sólo puede provocar que otros trolls se animen a intentar provocar a Casillas. De hecho, lo habitual ante este tipo de individuos, es que los propios fans del Iker salgan en su defensa. Por lo tanto, aunque entendible el enfado de Iker, desafortunada la contestación desde el punto de vista de la gestión de la reputación y redes sociales.