Qué es la reputación online
Quizás el problema se encuentre en la misma definición de la reputación online. Una estrategia de acciones o gestión de la misma implica la exposición de valores positivos con el fin de generar una imagen óptima y adecuada a los intereses particulares, ya sea de la persona en concreto o de toda una empresa o marca.
La imagen negativa de la reputación online se recibe cuando las acciones realizadas no están dirigidas hacia este camino, sino que optan por mentiras, ocultación y modificación de publicaciones, con el fin de generar, en conclusión, un beneficio económico.
Cómo gestionar correctamente la reputación online
Podría decirse que la mejor manera de gestionar la reputación online es hacerlo desde un punto de vista ético. Claro está que la ética es variable por cada individuo, pero sí hay valores generales que sirven para aplicarse en la reputación online.
Algunos de estos valores suponen la publicación de noticias positivas, de mejoras en la sociedad o en un sector profesional, así como pensamientos individuales que puedan considerarse de forma general beneficiosos, positivos o, como mínimo, amigables.
En resumen, la reputación online supone potenciar lo positivo, con el fin de que sea más aceptable por el resto de la sociedad, que aquellos valores, acciones o filosofía que puedan ser negativos.
¿Es necesaria la reputación online?
Finalmente se expone la pregunta clave sobre si es necesaria o no la reputación online. La existencia de esta pregunta se debe en parte a la facilidad de acceso que se tiene a la información digital publicada, tanto a nivel personal como profesional.
En realidad, la gestión de la reputación lleva existiendo mucho tiempo. Se puede identificar en los responsables de hablar en público sobre una celebridad, un deportista, un actor o un partido político, en el papel de los responsables de marketing, en los portavoces…
Lo que hay que decir públicamente y lo que hay que responder a usuarios y clientes, no siempre es asumible por los profesionales que directamente deberían hacerlo. Es por ello por lo que tanto de forma presencial como mediática o digital, los responsables de la reputación online son quienes se comunican con el resto de usuarios, ya que saben cómo, cuándo y qué decir o responder en cada momento, sin que por ello perjudiquen a la empresa o al profesional.