Coca-Cola es una de las marcas a nivel mundial más populares que podemos encontrar. Tal vez no sea tu refresco favorito, tal vez ni siquiera te guste por su gas o sabor sin embargo, conoces de sobra a Coca-Cola incluso aunque no consumas su producto, es una marca que te gusta. Sus campañas originales, sus míticos anuncios que nos han hecho arrancar emociones, la última gran campaña de las latas con los nombres…por cientos de motivos Coca-Cola era una marca que gustaba a todo el mundo, hasta ahora.
¿Qué pasa con la felicidad de Coca-Cola?
Coca-Cola era una marca que había trabajado muy bien su posicionamiento y de hecho había conseguido asociarse a una palabra que ya quisieran muchas, la felicidad. Felicidad no hace mucho era el término más buscado en Google y hoy en día sigue siendo uno de los que más consultas recibe. ¿Qué marca no querría asociarse con la felicidad? De hecho Coca-Cola tiene hasta su propio Instituto de la Felicidad.
Sin embargo, esto que tanto esfuerzo cuesta generar, puede volverse en un auténtico tsunami contra la empresa. De hecho, Coca-Cola ha estado copando los trending topics de Twitter unos días debido al ERE que va a realizar con la que unas 1.250 personas irán a la calle y 4 de sus principales plantas de las 11 que tiene en España van a echar el cierre. A todo ello hay que sumarle que varios medios han sacado información sobre la fortuna que la presidenta de Coca-Cola España tiene en Luxemburgo para no tributar en España.
Sinceramente, tantos años de trabajo en el que toda la imagen de marca y reputación de la compañía ha estado basada en la importancia de las personas y su felicidad cuesta de mantener cuando en la situación económica más difícil, dejas en la calle a más de 1.000 personas mientras quienes lideran la compañía evaden impuestos en paraísos fiscales. Sin lugar a dudas, nos encontramos ante la primera gran crisis de reputación online y offline de Coca-Cola. ¿Afectará a largo plazo?.