Boeing es una de las más famosas empresas fabricantes de aviones, principalmente en el segmento de pasajeros civiles.
En el año 2018 la compañía conseguía hasta 100.000 millones de dólares en beneficios. La empresa se revalorizaba un 31% en pocas semanas al iniciarse 2019.
Todo parecía de cara para la compañía estadounidense, hasta que en menos de 5 meses dos aviones de su emblemático modelo Boeing 737 sufrieron accidentes en Indonesia y Etiopía, con víctimas mortales. 157 pasajeros fallecieron en el último de ellos, a principios de marzo.
Cuando la reputación afecta al pilar de la empresa
La reputación se puede basar en muchos valores de un producto. Su calidad, su funcionalidad, su diseño… pero siempre hay alguno de entre los que se identifica que es la base principal, un pilar de la empresa.
En el sector aéreo, como en muchos otros medios de transporte, lo más importante es la seguridad. Dos accidentes del mismo modelo en apenas 5 meses, dinamita completamente la confianza en esos aviones de la empresa y pone en riesgo futuros pedidos del resto de modelos.
Gracias a Internet y los medios de comunicación, hemos podido ser testigos del vertiginoso cambio de situación que ha sufrido Boeing. Sus aviones 737 han sido obligados a permanecer en tierra y medio centenar de países, entre ellos Canadá, Estados Unidos y los miembros de la Unión Europea, han prohibido que vuelen en el espacio aéreo propio.
Cómo combatir una crisis de reputación online de este tipo
Boeing está investigando lo sucedido e identifica los desarrollos de automatización como principales responsables. Sin embargo, puede que la propia empresa deba asumir su papel de responsabilidad en estos casos.
Desde un punto de vista favorable, Boeing solo tiene dos salidas en realidad. Por un lado puede renunciar al modelo 737 y volcar su producción a otros modelos más seguros. Por otro lado, también puede reconocer el problema, solucionarlo y garantizar de la manera que pueda la viabilidad óptima de sus nuevos aviones.
Lo negativo es que ninguna de estas acciones frenará la reputación online en la que está sometida. La empresa se relaciona en redes sociales, buscadores y todo tipo de resultados con los accidentes. Es difícil que esta vinculación termine por desaparecer, sobre todo en los meses de 2019 cuando el caso siga su investigación oficial.
Por tanto, la compañía fabricante debe asumir 2010 como año de recuperación económica y el resto del tiempo como nueva aceleración, si realmente tiene opciones de solucionar este grave problema de sus aviones 737 y vuelve a conseguir la confianza de aerolíneas, inversores y usuarios.