En muchos casos se trata la utilidad que un influencer representa para la contratación de una campaña de publicidad, así como los posibles riesgos de reputación online que representa. Sin embargo, la mayoría de veces se hace desde el punto de vista de la empresa o agencia que aprovecha sus servicios.
Cada vez hay un mayor número de influencers y de más variada temática. Por ese motivo, la preocupación para la reputación online también es importante para ellos, dado que supone unos ingresos que para algunos constituye una forma de ganarse la vida.
La reputación online expuesta de un influencer
Los influencers pueden tener cientos de miles o millones de seguidores en redes sociales. Cuanto mayor cantidad, más influencia tendrán con sus publicaciones. Como es lógico, su reputación online queda expuesta tanto en cada una de estas publicaciones, como en realidad en el mismo momento en el que un usuario quiera expresar su opinión sobre ellos.
Un influencer debe distinguir aquí cuándo actuar y de qué forma, dado que será imposible atender de forma personalizada cada comentario publicado sobre ellos.
La crítica siempre estará presente, igual que puede suceder a una «celebrity», con la diferencia de que prácticamente en todos los casos el influencer gestionará sus propias redes sociales y no profesionales del marketing.
Las posibles reacciones de un influencer
Hay dos principales situaciones en las que un influencer puede reaccionar en redes sociales y que directamente puedan afectar a su reputación online.
La primera de ellas es la que está relacionada con su vinculación con una campaña publicitaria, producto, marca o empresa. En estos casos es recomendable una definición de las directrices previa en la que exponer junto a la empresa la postura oficial que el influencer puede adoptar ante cada reacción por parte de los usuarios.
Sobre todo la empresa puede delimitar el ámbito de actuación, decidir si antes debe ponderar la posible reacción oficial del influencer o si debe consultar a la compañía en caso de duda o pregunta polémica.
Con estas medidas podría haberse evitado muchos conocidos problemas que algunos influencers han motivado a las compañías con las que tenían en activo alguna campaña y, por descontado, habrían mantenido la relación comercial con ellas.
En segundo lugar están las reacciones de ámbito puramente personal. En estos casos se recomienda que el influencer sea fiel a los principios que ha mantenido durante toda su trayectoria en Internet, cuando de forma clara e inequívoca pueda haber cometido algún error.