La gestión de la reputación online no tiene unas reglas preestablecidas. Sin embargo, sí que suele ser común cometer los mismos errores por parte de los administradores.
Si identificas alguno de ellos, intenta solventarlo lo antes posible y, si crees que alguna de tus acciones en la gestión de la reputación en Internet de la empresa derivará en uno de ellos, intenta prevenirlo también.
No plantear una estrategia previa de reputación online
La reputación online no debe ser nunca improvisada. Algunas reacciones pueden ser más o menos apresuradas, pero nunca sin una estrategia previa.
Mucho más análisis merece la gestión preventiva. Si planificas tus publicaciones y tus interacciones con el resto de usuarios, podrás prevenir más fácilmente las críticas negativas y reaccionar ante ellas lo más rápido posible.
Sin una estrategia, la empresa en Internet reflejará caos, desorden y discontinuidad, factores que además impedirán la construcción de una comunidad online apropiada.
Desatención de alguna de las redes sociales
El primer paso en una estrategia de comunicación online consiste en abrir perfiles en redes sociales. Hacerlo en todas las existentes es abrir la puerta al fracaso digital, salvo que se cuente con una estrategia y recursos apropiados.
Con el tiempo, la mayoría de empresas olvidan las redes sociales menos rentables e, incluso, llegan a dejar de lado algunas de las principales. El problema es que esta desatención nunca va a ser bien aceptada por los usuarios de esas plataformas. Es todo un caldo de cultivo para que estalle una crisis de reputación online.
Tener una comunidad con usuarios comprados
La compra de seguidores no solo es ilegal, también es contraproducente contra una empresa en reputación online.
Una de las herramientas más efectivas consiste en la construcción de una comunidad de seguidores. En caso de que estalle una crisis, estos seguidores pueden defender a la empresa y mitigar los efectos contraproducentes.
Los seguidores comprados, incluso considerando que no son robots sino usuarios reales, nunca van a mostrar un apoyo a la empresa al mismo nivel que una comunidad de personas que defienden la marca o incluso sienten afinidad por ella.
Mantener una conversación unidireccional
Una red social recibe ese nombre por la presencia de personas con las que se puede interactuar. Tener redes sociales en las que publicar mensajes, fotografías y vídeos sin fomentar la interacción social no solo no es efectivo, sino peligroso en reputación online.
Los usuarios no buscan un escaparate de productos. Para eso tienen las tiendas online. Quieren una cercanía con la empresa, poder hablar con ella en las publicaciones y, sobre todo, generar una respuesta personalizada.