Sale la noticia a los medios de que Amazon confirma su plena expansión en marcas blancas a partir del próximo mes de junio. Ya lo había iniciado tímidamente con Elements y AmazonBasics, sin embargo ahora apuesta fuerte metiéndose de lleno en el sector de la alimentación, higiene y limpieza.
El reto es doble, ya que si por un lado desde Amazon quieren hacer valer sus propios productos, tal y como desde la matriz parece que están demostrando, también quieren entrar de lleno en el sector de las marcas blancas, tan competido por cantidad de actores en la partida y donde la reputación online es de vital importancia.
Las marcas blancas, que precisamente son sobre todo conocidas en el sector de la alimentación, comenzaron con un grave desajuste en la relación de calidad-precio, que suponía comprar productos a muy bajo coste sacrificando en buena parte el sabor o incluso los ingredientes de composición originales.
El equilibrio paulatino y la ausencia de primeras marcas que pudieran competir por tan bajo precio, permitió a los consumidores probar en mayor cantidad estos productos de marcas blancas, cada vez con más aceptación.
Sin embargo, si bien la reputación de las marcas blancas alimentarias sigue siendo delicada, en cuestión de productos de higiene y limpieza ha desaparecido por completo. Reviews de usuarios en Internet, demostraciones fehacientes de las posibilidades de estos productos en comparación con otros mucho más costosos, han elevado la reputación online de las marcas blancas hasta situarlas por delante de las de la competencia.
No obstante, donde más apoyo están recibiendo las marcas blancas en cuestión de calidad y reputación online es en el sector tecnológico, donde Amazon ha demostrado potencial con productos de Kindle sobre todo, aunque tiene más líneas como por ejemplo Fire o Echo.
Concretamente han sido los teléfonos móviles los que más han experimentado un auge de las marcas blancas, centradas en la gama media como su terreno de juego, donde el usuario tiene la posibilidad de encontrar smartphones con unas prestaciones demasiado similares a las de un teléfono móvil Premium y, sin embargo, en unos precios que a veces son entre la mitad y un tercio de lo que primeras marcas están exigiendo.
Los teléfonos móviles crean estas marcas blancas con una estrategia de reputación online apabullante, que permiten crear comunidades digitales a veces mucho más afines a esta segunda marca que a la casa original, dado que el bajo precio de los importes consigue el beneplácito de la mayoría de los consumidores.