
La gestión de la reputación online se basa normalmente en objetivos concretos de resolución o mejora de una situación, con vistas a un futuro óptimo para la marca o el cliente.
Sin embargo, a nivel global la reputación online tiene pasado, presente y futuro para cada empresa o persona, así que una estrategia adecuada debería abordar estos tres espacios temporales.
Pasado de tu reputación online
El pasado de una reputación online no tiene por qué ser negativo, pero sí debe ser analizado. Si no se encuentran elementos de riesgo, se puede concluir que es un pasado neutro o positivo, dejándolo estar ahí.
Si es un pasado de reputación online negativo, tenemos que actuar sobre él, con estrategias que van desde la eliminación de contenido duplicado hasta optimización de aquello que se haya creado en la Red o aclaraciones en el presente.
Presente de tu reputación online
En la reputación online el presente suele estar condicionado de dos formas. La más normal de ambas es que plantee una situación sobre la que haya que actuar con objetivos de mejora.
La monitorización de la reputación online permite actuar sobre su presente de una forma lo más inmediata posible, sin que nos arriesguemos a que pase desapercibida.
El presente también puede plantearnos una situación crítica, de crisis de reputación online, sobre la que tendremos que actuar lo mejor posible y antes de que empeore.
En cualquier caso, debemos ver el presente como una oportunidad de mejora siempre, dado que es ahora cuando podemos actuar para buscar mejores resultados en el futuro.
Futuro de tu reputación online
Obviamente, el objetivo de todas las estrategias de reputación online se basa en buscar un futuro positivo.
La construcción de una comunidad afín y el aprovechamiento de la Red para crear un perfil óptimo de marca, empresa o personal ayudará a evitar un futuro en el que una crisis de reputación online tenga mayores probabilidades de aparecer.
Además, también debemos ser precavidos y tener las herramientas adecuadas para que, en caso de que una crisis estalle, podamos apaciguarla lo antes posible. Para ello tendremos que trabajar en el presente y preservar el pasado para que no agrave la situación.
Por estos motivos, la gestión de la reputación online tiene que tener en cuenta siempre estos tres niveles temporales y crear una estrategia en la que entre ellos se apoyen mutuamente y nunca se perjudiquen.