Uno de los errores más tradicionales que nos hemos encontrado por parte de las empresas en social media era la apertura de multitud de perfiles sociales que luego no se actualizaban. Es lo que se ha llamado por mucho tiempo el estar por estar, perfiles sociales en cada una de las plataformas que luego no se actualizaban, quedaban en una especie de ciudad fantasma. Esto sin lugar a dudas afectaba de forma negativa a la reputación online de una empresa ya que daba sensación de dejadez y lo que es peor, ante la interacción por parte de algún usuario, la respuesta era nula.
Con el paso del tiempo parece que las empresas tienen claro que estar por estar en redes sociales no tiene sentido y que si se abre un perfil en una plataforma determinada es para mantenerlo actualizado de forma constante y fomentar la interacción con los usuarios. Sin embargo, fruto de ello ha aparecido un nuevo error que muchas empresas llevan a cabo y es que hemos pasado del estar por estar al publicar por publicar. Algunas empresas a la hora de gestionar sus perfiles sociales y mantenerlos actualizados inundan de contenidos sus muros o timeline.
Hoy en día, con la gran saturación de información a la que están sometidos los usuarios online, es un grave error. Una vez ha quedado claro que es importante mantener un perfil social actualizado la siguiente máxima debe ser que la calidad prima sobre la cantidad. No tiene sentido hacer 5 publicaciones todos los días en Facebook por ejemplo o emitir 20 tweets. Es importante plantearse si realmente con cada publicación estás aportando valor a tu público objetivo, si estás satisfaciendo sus necesidades o les estás ayudando en algo. No se trata de que cada noticia, estudio u opinión de tu sector deba ser publicado sino de que lo que publiques de verdad sea útil para el usuario. Si esto supone una publicación a la semana en tu página de Facebook no importa, será mejor que una diaria irrelevante.