Vivimos en una sociedad profundamente social. La vinculación casi constante con un mundo digital interconectado nos motiva a buscar la humanidad en cada rincón del código binario que gestionamos. Esto ha provocado el auge de las redes sociales hasta el punto de que miles de millones de usuarios las utilizan a diario.
Las celebridades, por supuesto, también forman parte de esta masa crítica que publica en Facebook, Twitter, Instagram, etc. Se puede leer en una publicación supuestamente verídica que un medio de comunicación se puso en contacto con la página de Facebook de Vin Diesel solicitando poder hablar con el actor y la contestación fue que la página oficial la llevaba la propia celebridad.
El medio de comunicación aceptó la respuesta automática pero insistió en que estaba interesado en hablar con el actor. La respuesta fue algo así: “No, en serio, la página la lleva Vin Diesel en persona, ¿qué puedo hacer por vosotros?”.
Este es un ejemplo simpático de cómo gestionar una red social por parte de una celebridad, pero no debe ser la tónica habitual. ¿Entonces quién debería gestionarla?
Hay varias soluciones a esta pregunta cuyos resultados son satisfactorios y no hacen correr riesgos innecesarios a la reputación online de la celebridad. Uno de los casos más frecuentes es que el jefe de prensa de la celebridad, quien se encarga no sólo de las publicaciones relacionadas con esta persona famosa, sino también de publicar en su nombre, pues cada publicación supone una nota de prensa en caracteres limitados.
Otra opción es contratar una agencia de comunicación. La presencia de un mayor número de profesionales permite la diversificación de tareas y un mayor control de las interacciones de los usuarios, pero requiere una administración organizada para conseguir un mensaje homogéneo de lo que se publica en nombre de la celebridad.
Por último se encuentra la figura de community manager, un profesional especializado en la gestión de redes sociales, en la que la dinamización de un perfil o página correspondiente a una celebridad no debería ser ningún problema.
El único inconveniente de contar con un community manager es que se requiere a un profesional con recursos para poder abarcar todos los perfiles durante las 24 horas del día, además de un feedback rápido y efectivo para contar con el material promocional que publicar mensajes positivos de la celebridad, ya sea un nuevo disco, una nueva película o una contratación publicitaria por ejemplo.