Muchas empresas dependen de la cobertura mediática que tienen, para conseguir rentabilizar al máximo posible su negocio.
Los medios de comunicación siempre buscan la exclusiva, la primicia y la viralidad. Por eso, las filtraciones representan un jugoso bocado de información, que ninguno deja pasar por alto, para bien o para mal de la empresa.
Pero nos preguntamos si esto podría afectar a la reputación online de la empresa en cuestión. Y de hacerlo, ¿sería para bien o para mal?
Las filtraciones ofrecen una imagen de innovación de la empresa
En la mayoría de casos, una filtración antecede a un desarrollo definitivo de un producto. Puede tratarse desde un smartphone hasta un coche eléctrico. Pero en todas las situaciones representa innovación.
La empresa está desarrollando algo nuevo, que mejorará los productos existentes y, por tanto, incitará a los consumidores a adquirirlo, ya sea como nuevo cliente o como reposición al producto que ya tienen.
En reputación online esto va a ser casi siempre positivo. En los casos en que genere confusión o miedo por un producto que no sugiere algo mejor que lo ya conocido, siempre quedará la esperanza de que en el anuncio o presentación oficial se superen las expectativas.
Las filtraciones en cambios de empresa pueden suponer pérdidas económicas
Si los productos se benefician de una buena reputación online por filtraciones, las personas o profesionales de una compañía, sufren todo lo contrario. Una filtración acerca de cambios en la plantilla suele ser algo negativo.
En muchos casos, estas filtraciones son sinónimos de despidos y, cuando esto sucede, es porque algo no va bien en la empresa.
En el mejor de los escenarios, la filtración de alguien nuevo en una compañía o incluso club deportivo, crea expectación para sus aficionados o clientes, pero supondrá inevitablemente una decepción en aquellos sitios donde está trabajando.
Por tanto, la filtración relacionada con el cambio de empresa por parte de profesionales, afectará a su reputación online. No a la del profesional, sino a la de la compañía en cuestión.
Esto puede tener varias consecuencias. La peor de todas es para aquellas empresas que cotizan en Bolsa. Todas ellas dependen de la fluctuación del mercado y de la confianza de los inversores. Una filtración muy negativa, presentará una reputación online de la empresa muy mala, motivando a muchos inversores vender sus acciones. El resultado en un situación así podría reportar millones de pérdidas para la empresa, solo por no haber protegido su reputación online de filtraciones.