Una crisis de reputación online suele ser conocida como un comentario negativo de una persona o de un medio de comunicación contra nuestra marca o empresa. Pero aunque esto represente la mayoría de ocasiones en las que debemos trabajar por recuperar una reputación online saludable, no constituyen los únicos casos que nos pueden afectar.
Hay otras situaciones en las que la búsqueda de Google puede actuar en nuestra contra, por múltiples factores. Estos son algunos de los más corrientes y la manera de combatirlos.
Uno de los casos más críticos es cuando una noticia, por ejemplo del año 2004, se coloca en primera posición y no hay manera de moverla. La noticia puede estar relacionada incluso con alguna línea de negocio que hoy en día ya no esté en activo en nuestra empresa, pero buscando el nombre de la misma, sale esta noticia.
El derecho al olvido puede ser una solución viable, pues expone la posibilidad de solicitar a Google que no dé prioridad a esta noticia por obsoleta. Dicha solicitud es estudiada de forma individual y sólo se cursará cuando ha pasado un tiempo considerable, lo que podría servir en el ejemplo descrito.
Otro caso curioso en el que Google «juega» en contra nuestra sin que ni tan siquiera haya competencia del sector que lo provoque es cuando considera que el usuario se ha equivocado al buscar un término clave.
Si el nombre de nuestro producto o nuestro objetivo de posicionamiento corporativo no es reconocido por Google, el buscador muestra directamente los resultados de otra búsqueda muy parecida, que incluso puede no tener nada que ver con nuestro sector.
Se facilita en todo caso al usuario la posibilidad de mantener la búsqueda original por si realmente se está buscando ese término en concreto, pero ya supone no sólo la obligación de un segundo clic para realizar la búsqueda, sino también la confianza de que el usuario sabrá que tiene esta opción y que debe utilizarla para encontrarnos, un esfuerzo nada recomendable de exigir.
En estos casos, la solución pasa por incrementar notablemente nuestra actividad en Internet. Es cuando ha llegado el momento de crear perfiles sociales, web corporativa y actualizarlos en todo lo posible con información propia, secciones de noticias y un blog. Todo ello debe ir unido a una correcta comunicación a Google del contenido que, poco a poco, comenzará a considerar válida la búsqueda por el nombre que nos interesa y omitirá la búsqueda alternativa.