Elon Musk es un conocido empresario fundador de Tesla, que tras una condena judicial ya no será presidente de la compañía en la junta directiva durante al menos los próximos 3 años.
La sentencia es importante a nivel comercial, pero lanza un aviso sobre la influencia que el CEO ha tenido sobre la reputación de la compañía. Se impone, por ejemplo, la necesidad de crear un comité de control ante cualquier acción que Musk vaya a realizar en redes sociales.
Crónica de una crisis de reputación online anunciada
La condena de Elon Musk deriva de un tuit, por el que se le acusa de fraude y de haber incentivado falsamente la compra de acciones de la empresa, por amenazar con sacarla de Bolsa sin haber presentado pruebas de ello.
Con todo, es de los tuits menos polémicos que Musk ha publicado durante su trayectoria en redes sociales. Sorprende de hecho que haya tenido que ser una sentencia judicial la que imponga un control a uno de los principales defectos del CEO.
Consecuencias de la crisis de reputación en Tesla
El hecho de que Twitter haya sido (como tantas otras veces) la pólvora que ha encendido una mecha peligrosa para la compañía, ha tenido muchas consecuencias, estando algunas de ellas directamente relacionadas con las redes sociales.
En primer lugar, a nivel económico, Tesla pierde terreno. Los inversores están cansados de las sucesivas polémicas declaraciones de Elon Musk y, si bien parece que ahora van a ser más controladas, lo cierto es que la competencia ha aprovechado para avanzar a pasos de gigante con propuestas tanto más realistas como abanderadas por líderes económicos en lugar de mediáticos.
Al mismo tiempo, los perfiles sociales de Elon Musk siguen subiendo. Como celebrity no tiene comparación el éxito que está teniendo, pero en realidad es la búsqueda de esas declaraciones polémicas lo que está causando expectación.
Millones de seguidores de todo el mundo están pendientes de las siguientes publicaciones del directivo, dada la notoriedad que consiguen y el poco control que han tenido hasta el momento.
La sentencia obliga a que a partir de ahora no tenga tanta libertad, pero muchos usuarios piensan que no va a ser fácil controlar a alguien habituado como Musk a decir públicamente lo que piensa, sin pensar en las consecuencias con su empresa.
Elon Musk y su influencia en Tesla representa claramente el riesgo que tiene que un directivo aproveche las redes sociales, tanto a nivel personal como profesional, porque cualquier publicación va a estar ligada a decisiones de la empresa y a su imagen pública.