La presencia en redes sociales de las empresas es hoy en día casi a todos los niveles imprescindible. Lo cierto es que muchas de ellas parecen tenerlo claro y comienzan a trabajar una estrategia en las principales plataformas que les permitan acercase a sus usuarios. También es cierto que el estar por estar no funciona y por desgracia vemos todavía muchas empresas que tienen presencia sin perseguir unos objetivos claros y medibles, lo que lejos de ayudarles, empeoran la imagen que transmiten al resto de usuarios.
Si analizamos aquellas empresas que han decidido dar el paso y trabajar una presencia activa en redes sociales nos encontramos con que la mayoría han elegido las dos plataformas principales y que mayor número de usuarios acumulan, Facebook y Twitter. Al mismo tiempo, algunas comienzan a animarse con su propio canal de YouTube, subiendo vídeos y aportando contenido de valor en formato vídeo diversificando su marketing de contenidos. Sin embargo, existe una tendencia cada vez más al alza de aquellas empresas que ya tenían presencia en redes sociales a animarse a probar nuevos formatos y estrategias. En este caso, hablamos del potencial de Instagram como red social totalmente visual para mostrar la empresa de forma más humana.
Instagram se está convirtiendo en una aplicación cada vez más popular para las empresas a la hora de mostrar su funcionamiento por dentro. La estrategia en dicha plataforma dista bastante de lo que solemos ver en una página de Facebook o en un perfil de Twitter. Instagram se utiliza para captar momentos del día a día con los trabajadores o con productos, lo que permite mostrar el lado más humano de la marca. Esto sin lugar a dudas es un gran paso dentro de la gestión de redes sociales que además sirve para mostrarse totalmente transparente, lo que provoca un aumento de la confianza por parte de los usuarios, una de las claves de una buena reputación online, que tus potenciales clientes confíen en ti y tenga una percepción más cercana y positiva.