La semana pasada escribíamos un post que se titulaba «No despediremos al community manager» en el que se narraba el error de un gestor de redes sociales que había confundido la cuenta de la empresa con la suya personal a la hora de lanzar un mensaje privado. Se trata de un error que ya se ha cometido en multitud de ocasiones, en función del mensaje, este error puede tener una serie de consecuencias muy negativas o con un poco de suerte quedar en una anécdota. En esta ocasión que os narrábamos, lo cierto es que salió bien y os recomendamos leer la carta que escribió su jefa con los motivos para no despedirlo, no tiene precio.
Sin embargo, el objetivo de este post es concienciar sobre la importancia de separar todo lo que podamos nuestra vida personal de la profesional dentro de las redes sociales y más si eres community manager y llevas más de una cuenta. Hoy en día y gracias a herramientas como Hootsuite y Tweetdeck es muy fácil gestionar varios perfiles sociales de una única herramienta, algo que nos agiliza mucho el trabajo y nos hace ahorrar tiempo. Sin embargo como en esta ocasión, puede convertirse en un arma de doble filo por un sencillo error humano.
Es habitual tener tu aplicación preferida y que por ello la uses para gestionar todas tus cuentas sin embargo, si de verdad quieres prevenir posibles errores, lo ideal sería separar por completo las herramientas que utilizamos para gestionar cuentas profesionales y personales. Ante esta situación, tenemos dos opciones, o bien creamos cuentas diferentes de forma que para utilizar nuestra cuenta personal tengamos que salir y volver a entrar con una cuenta distinta o bien utilizamos distintos clientes. Está claro que puede ser más incómodo pero es una manera efectiva de separar por completo nuestro ámbito personal del privado y evitar errores como el de la historia que os contábamos.