En un artículo anterior tratamos el tema del inbound marketing como elemento diferenciador respecto al marketing tradicional. En esta ocasión vamos a ver la relación entre este tipo de promoción publicitaria en Internet y la reputación online con una empresa, marca o producto.
Como vimos anteriormente, el inbound marketing trata de construir una relación con el cliente potencial con el fin de conocer qué puede ser interesante para él de los servicios y productos ofrecidos. Incluso en caso de que no pueda o quiera convertirse en cliente activo, su apoyo a la empresa o marca supone una aportación inmejorable a la creación de comunidad en torno a ella.
De esta forma, tanto los usuarios convertidos en clientes satisfechos como aquellos que apoyan, comentan y comparten los contenidos que se les muestra de forma promocional, se convierten en parte de la comunidad digital.
En muchas ocasiones, la presencia de esta comunidad de usuarios marca una diferencia entre poder prevenir y/o solventar una crisis de reputación online o verse abocado a las consecuencias de su aparición.
Para ello será de vital importancia la utilización de la información obtenida por parte de la navegación del usuario. Conociendo sus gustos y preferencias, podremos enviar mensajes acordes a su personalidad y la fidelización será más fácil de conseguir. No obstante, no debe caerse en un exceso de intrusión como algunas campañas de remarketing cometen, bombardeando al usuario con publicidad relacionada con la navegación recientemente realizada sin límite alguno.
Más que «perseguir» al cliente, es preferible «atraer» su atención, incluso focalizando su consumo o participación en sectores relacionados, pero no pertenecientes a la propia empresa. Con ello vinculamos el gusto y el consumo por esos servicios y productos con los de nuestra propia marca. Ejemplos recientes de este tipo de promoción publicitaria lo encontramos en marcas de bebidas que apoyan deportes exóticos como el surf o marcas de coches que se convierten en imágenes de festivales musicales.
La atracción de estos usuarios en torno a temáticas que son de su interés, provoca una relación de afinidad también con la marca que les motiva a formar parte de su comunidad. Si bien la conversión de usuario a cliente sigue siendo el objetivo final, la conversión de usuario a seguidor mediante el inbound marketing es la forma más efectiva de conseguir que ese apoyo sea de la mayor utilidad posible para una reputación online saludable.